The gorgeous book for my dear koalita (+LHP)
Llegó el día 17 de Enero de 2018 cuando las circunstancias de la vida me permitieron encontrarme por primera vez con quien hoy anhelo no separarme nunca. Era imposible en este punto tan precario poder determinar anterior afirmación, pero hace parte de la magia que descubro en ella cada día la capacidad de sorprenderme a bien cada vez más.
Transcurría un día particular donde mis nuevos compañeros llegarían a un espacio de trabajo ya cómodo, ya amable pero que aún no tenía el privilegio de conocerla. Tuvo que haber sido Dios quien dispuso de su presencia para compartir mucho más que alegría, un sinfín de cualidades que no alcanzaría a enumerar en este libro, que si por algún motivo comenzara jamás podría terminar.
Tuve la dicha de escuchar sus historias, de conectarme con su gusto musical, de compartir risas sin cesar. Como olvidar las veces que me hacía sobre reaccionar. Estos detalles tan pequeños parecían ir formando cierta química que parecía pasar desapercibida ante nosotros, o al menos ante mí.
Sencillamente este capítulo no podría tener un nombre distinto. Mayo fue el mes donde todo cambió, donde todo tomó el impulsó entre mi 🐨👑 la más linda hermosa y preciosa del mundo y yo. Es interesante como entre nosotros aún se siente expectativa por nuestro actuar en este tiempo, como a su manera. cada uno intentaba de manera consciente o inconsciente tener una conexión más allá de una amistad, de una linda amistad.
Y es que todo estaba dado, ella tiene todo lo que me gusta, y aunque aun no estaba consciente de ello seguramente lo podía sentir a través de la mirada de sus ojitos (mis ojitos).
Parecía que de manera sistemática empecé a responder todas sus historia en WhatsApp, y es que de una u otra forma siempre quería compartir mis ocurrencias, conocer lo que pensaba cuando la molestaba por cualquier razón. Ella siempre tuvo la disposición de responder, y es que nos divertíamos mucho en eso (ahora lo sé).
Yo estoy convencido que el pilar fundamental de nuestras primeras conversaciones fue la música, era sin duda nuestro tema para hablar. Teníamos constantemente un juego de adivinanza de canciones, incluso con puntuaciones, y según pasaba el tiempo se incluirían algunas variaciones como uno que otro karaoke, con peticiones de canto y todo. En definitiva la música ha sido gran aliada y compañera de nuestro caminar.
Sin embargo, la chispa que me hizo despertar llegaría el primero de Mayo del 2018 a manera de una foto enviada por chat. Fue en ese punto exactamente donde me pregunté por primera vez qué significaba todo aquello que estábamos viviendo hacía unos meses atrás. No olvido ese momento porque sentía desasosiego sobre mis sentimientos.
Realmente no sabría como describir todos mis sentimientos, se estaban volviendo una mezcla de cosas que sucedían cada día que compartíamos oficina en el trabajo, porque sí ese seguramente fue otro factor importante, así como también poder verla pasar por el pasillo, ya fuese a tomar café o a compartir su magia con la naturaleza inmediata que nos rodeaba.
Observarla caminar y contemplarla cuando al observa sus cabellos se dedicaba era parte de una paisaje del que sentía no poder escapar. El cruce de nuestras miradas, las sonrisa y su magia eran algo de lo que parecía no quería escapar.
Luego llegaron las invitaciones no laborales que permitieron vislumbrar hacia mí sus detalles de fina coquetería que no pasaron desapercibidos. Algunas fotos, una comida, una charla de pasillo y un beso que me quiso robar eran prueba suficiente de que algo más grande estaba por pasar...